No recuerdo lo que es un día sin pensarte.Ni tampoco sin nombrarte, sin soñarte.
No sé como lo has hecho;
Lo único que sé, es que te has apoderado de mi mente, de mi cuerpo y corazón... de mí.
Y por confiarme te has vuelto a ir.
Sí, soy una cría; y a parte, una ingenua.
Perdona(me) por creer que podría darte lo que buscabas, por creer que juntos conseguiríamos tapar ese vacío del que tanto hablamos, por pretender estar a tu altura.
Palabras y hechos no concuerdan, ¿me equivoco?
No... ya que no he sido capaz de demostrarte todo lo que eres para esta ánima.
Miedo, cobardía...
Llámalo como quieras.
Ahora dudo de tus palabras, de los versos de aquella canción, de nosotros.
Empiezo a romper fantasías que nunca debí crear.
