Pensando en todo lo que supondría (la rabia quemando mi interior, las pupilas ahogadas en sal, un vacío interminable)... pero ha sido eso, y mucho más.
Ahora me taladra la última sonrisa que compartiste conmigo. Me revienta oler ese perfume que poco a poco se quedará en menos de un recuerdo.
Y dicen que todo sigue su curso, fluye como el agua de los ríos.
Pero aquel día hasta los ángeles lloraban tu ausencia; la humedad se pegaba a los huesos y los cigarros que no probé se consumían en milésimas de segundo.
Madrid no es Madrid sin ti.
-¿Hay hambre camarada?
-¿Ye la enana?
-Ye feu si señor
-Creí que era... jejeje
-Súbete esos pantalones, por Dios...
-Tú como yo (...) dí que sí hija
Estaba acostumbrada a echarte de menos... pero no de esta manera.