martes, 10 de noviembre de 2009


Entre las manos, 300 g de ira;
en el pecho, acurrucadas, unas 7 balas;
(ni la Biblioteca de Alejandría ardió tanto como mi sangre).

El humo de los cigarrillos, mudos, mientras la tensión baila;

el cenicero, ahogándose en cenizas.


La rabia y la impotencia, fusionadas;

los hombros, oxidados;

las alas, cortadas...

Y cuando las gotas de lluvia lloran al son de las lágrimas de
Orfeo,
el
don't look back en estos casos...
no sirve de nada.