martes, 7 de abril de 2009


No puedo contarte cuentos con finales felices, o por lo menos no de amor.
Yo no perdí la sombra, sino el corazón;

Y si hablamos de piratas, no serán malos.
Aunque cometerán errores como navegar por mares del pasado.

El cocodrilo y su tick-tack no cesarán,
puesto que el tiempo cada vez corre más.

Pero... y Campanilla, dónde está?
tengo una crísis de fe y miedo a volar...

Los indios encendiendo velas, mientras, se oyen cantos de sirenas...
¡17 primaveras!

(Se va acabando el presupuesto para soñar…
Y aun sigo siendo aquella niña perdida en El País de Nunca Jamás.)

No hay comentarios: