sábado, 14 de abril de 2012


Es automático escribir sobre ti y que mi cabeza me castigue con un dónde estás. No consigo avanzar de ese punto de partida... o de pérdida.

Mi paciencia se erosiona. Mi mente se enfria. El nivel de indiferencia empieza a asustarme, tanto como pensar que he crecido con unos valores falsos, con una persona que no existe… dos seres diferentes que aseguran ser el mismo.

Tengo una colección de preguntas sin respuestas y poco valor... y odio conformarme con echarte de menos.

No hay comentarios: