domingo, 2 de agosto de 2009

Saturday night.


Te prometí que me olvidaría aunque fuese, únicamente, esa noche de mis demonios.
Nos perdimos pues, por bares en los que se bebe sin sed.

Y entonces no pude eludir el recordar(le)
cuando en un trago noté su ausencia...

Yo no soy tan fuerte, ni tú tampoco.
Eso si, es curioso que saques fuerzas de flaqueza cuando se me rompen los esquemas, y por ello, y miles de cosas más, te estoy agradecida.

Y entiende, que los guerreros a veces tenemos que desprendernos de la armadura, y con o sin ayuda,
también necesitamos sanar heridas.

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